Así lo dio a conocer la Alianza de Mujeres Tejedoras de Vida en un llamado integral y efectivo a las instituciones competentes, ante los feminicidios que van en aumento este año en el Putumayo, una situación que evidencia la grave problemática de violencias contra las mujeres.
En Puerto Guzmán, el asesinato de Edid Váquiro reportada el pasado 10 de junio de 2024, destaca la vulnerabilidad extrema a la que se enfrentan las mujeres en el departamento. Sin olvidar que siete días antes, en el mismo mes en Villagarzón, María Eugenia Benavides fue asesinada por su esposo, Wilson Libio Lagos Yampuezano. Según la Fiscalía General de la Nación, este individuo atacó a María Eugenia con un arma cortopunzante y prendió fuego a su vivienda. La víctima había sido objeto de maltrato físico y verbal antes de su asesinato. El agresor ha sido capturado e imputado por feminicidio agravado.
Estos dos casos no son incidentes aislados. Ambos reflejan un patrón alarmante de violencia sistemática contra las mujeres en Putumayo. La conexión entre ellos radica en la persistente falla de las estructuras de protección y justicia que deberían salvaguardar la vida y la dignidad de las mujeres. Estos feminicidios subrayan la necesidad urgente de una respuesta integral que aborde no solo la aplicación de la justicia, sino también la prevención y protección efectiva de las mujeres en riesgo.
Exigimos a las autoridades judiciales que se aplique la justicia de manera rigurosa y se impongan sanciones ejemplares a los responsables. Las violencias contra las mujeres deben ser tratada con la seriedad y urgencia necesarias para prevenir futuras tragedias. Las instituciones deben redoblar esfuerzos en la protección de las mujeres y en la implementación de apoyos psicológicos y legales, y crear espacios seguros para que las mujeres puedan denunciar sin miedo a represalias.
No podemos permitir que el silencio y la indiferencia continúen. Cada caso es un llamado a la acción colectiva. Tu valentía es nuestra fuerza: “No Estás Sola”.